Mercedes Martinez

    Lo primero que llamó mi atención al informarme acerca del primer pilar de “Aula investida” fue la flexibilidad, ya que la situación de que el alumno traiga el conocimiento al salón de clases y consolidar este con actividad grupal o individual quedó más que claro desde un inicio (fácil de escribir no tan fácil ponerlo en práctica). En muchas ocasiones se puede confundir la flexibilidad con el incumplimiento, sobre todo en los alumnos, es muy importante dejarles en claro los objetivos, reglas o lineamientos de la clase, actividad o dinámicas para que no se preste a la confusión o el clásico “yo no sabía profe”   En uno de los puntos de este pilar nos dice: Establezco espacios y suficiente tiempo que permitan a los estudiantes interactuar y reflexionar sobre su aprendizaje, según sea necesario. Aquí considero que el docente debe hacer su planeación a conciencia ya que tenemos que tener en cuenta los espacios establecidos y un tiempo asignado para que el alumno pueda reflexionar

  La primera vez que escuché o mejor dicho leí acerca de “Aula invertida” ( flipped classroom ) fue por medio de mis directivos, a través de un grupo de WhatsApp que se formó debido a lo contingencia; abrí el enlace y me topé con un modelo interesante y sobretodo relevante en estos momentos, ya que es imposible guiar a nuestro alumnos de forma presencial. Mi interés sobre este modelo me llevo a investigar un poco más, descubrí que es algo que puedo aplicar justo en estos momentos donde imparto clase por medio de la aplicación Meet y que hay veces en las que los alumnos no pueden asistir o conectarse, mi solución siempre era enviarles la presentación en Power Point de ese día pero aun así esa información carecía de los ejemplos que doy verbalmente para que ellos pueden comprender mejor, así que este modelo me sembró la inquietud de buscar alternativas para que el alumno pudiera adquirir la información y conocimiento de otras formas.       Más que expectativas tengo muchas dudas e i